6 señales de advertencia sobre la salud mental de los jóvenes: lo que todos los educadores y las familias deben buscar
Hay muchos comportamientos en los adolescentes que pueden parecer irritantes o problemáticos para los adultos, pero que en realidad son normales desde el punto de vista del desarrollo de la mayoría de los niños. Cosas como el mal humor general, los cambios en los patrones de sueño, la sensibilidad ante su apariencia o la forma en que los demás pueden percibirlos, y más. Algunos de estos comportamientos son típicos y no son necesariamente un signo de un problema de salud mental.
Pero, ¿es importante que los adultos presten atención al funcionamiento general de un adolescente para determinar si está triste, ansioso o enojado? somos signos de un problema de salud mental más grave. Considera cómo funcionan en el hogar, la escuela y la comunidad y qué tan rápido pueden recuperarse de los factores estresantes u otros obstáculos de la vida. ¿Participan en la vida familiar? ¿Cómo son sus relaciones en el hogar? ¿Cómo se relacionan con sus compañeros? ¿Participan en clase? ¿Participan en las actividades y los programas en los que antes disfrutaban?
Como la crisis de salud mental de los jóvenes sigue intensificándose, los educadores y las familias deben estar atentos a las señales de alerta temprana en los adolescentes para que sea posible una intervención temprana.
Aquí hay 6 señales a las que debe prestar atención:
- Estado de ánimo: Con los síntomas relacionados con el estado de ánimo, es importante tener en cuenta si ocurren todo el tiempo y con qué intensidad. ¿Sienten tristeza hasta el punto de aislarse y no pueden levantarse de la cama? ¿Están rompiendo continuamente el toque de queda, escapándose, faltando a la escuela? Si las respuestas a estas preguntas son afirmativas y ocurren con frecuencia, pueden ser indicadores de un problema de salud mental.
- Problemas interpersonales: A medida que los niños sigan creciendo, experimentarán cambios sociales y de desarrollo. Sin embargo, hay algunas cosas a las que hay que prestar atención, por ejemplo, si pasan cada vez más tiempo solos o si no quieren pasar tiempo con sus amigos. También busca señales de agresión, intimidación e incapacidad para respetar los límites emocionales y físicos de otras personas. Esto incluye la agresión física, como las amenazas y las peleas, y la agresión relacional, como cotillear y dejar de lado a las personas intencionalmente. Como adultos, a menudo buscamos comportamientos que nos cuenten la historia de que algo más podría estar sucediendo.
- Seguridad: Los problemas de seguridad pueden asustar e intimidar. Sin embargo, es importante tratar de entablar un diálogo y hacerles saber a tus hijos o alumnos que puedes manejar su sufrimiento si sospechas que pueden existir problemas de seguridad, como autolesionarse o autolesionarse de forma no suicida, pensamientos/actos suicidas o dañar a otras personas.
Los adultos deben prestar atención a las habilidades de afrontamiento desadaptativas, que pueden incluir cosas como el aislamiento social, el consumo de sustancias, la sobrecompensación o incluso la falta de voluntad para adoptar otros enfoques que les ayuden a resolver sus problemas. En el lado más grave, podrían estar produciéndose autolesiones e ideas suicidas.
Hay habilidades que se pueden enseñar para que los adolescentes puedan aprender a desarrollar las habilidades que necesitan para hacer frente a problemas futuros. En Daybreak, nuestro Programa de terapia virtual de 12 semanas se centra en el desarrollo de habilidades y otras técnicas para encontrar otras formas más saludables de hacer frente a la situación.
*Los padres y educadores deben ponerse en contacto de inmediato con un profesional de la salud mental o un proveedor médico si notan comportamientos preocupantes o ideas suicidas en su hijo/estudiante. *
- Salud y nutrición: Los adolescentes suelen sentir la presión de mantener una determinada imagen corporal o talla. Como resultado, es posible que veas que los adolescentes restringen la ingesta de alimentos, hacen demasiado ejercicio o se dan atracones. Algunos niños utilizan los alimentos para mantener la sensación de control sobre su cuerpo cuando sienten que están fuera de control por otros motivos. Esto puede provocar problemas de salud graves. Es importante estar al tanto de sus hábitos alimenticios, sus rutinas de ejercicio y los cambios en su peso.
- Adicción: Los jóvenes suelen estar influenciados por el grupo de amigos con los que salen y, a veces, esto puede exponerlos a una variedad de situaciones negativas y potencialmente peligrosas, tanto en persona como en línea. Algunos signos del consumo de sustancias u otros tipos de adicción incluyen: cambios en la personalidad y el estado de ánimo, la falta de drogas de los hogares de familiares o amigos, un cambio en el grupo de compañeros, el descuido con la preparación, la disminución del rendimiento académico, la falta de clases o el faltar a la escuela, la pérdida de interés en las actividades favoritas, los cambios en los hábitos de alimentación o sueño y/o el deterioro de las relaciones con los familiares y amigos.
- Creencias negativas: Los adolescentes luchan contra las inseguridades al tratar de encontrarle sentido a su mundo y algunos desarrollarán creencias negativas sobre cosas que no pueden controlar. Estas inseguridades y creencias negativas suelen provocar ansiedad, depresión e ira crónicas, y pueden interferir con las relaciones y el éxito académico. Los adultos pueden ayudar a los niños a sobrellevar las decepciones cambiando la mentalidad de «no puedo» por la de «lo intentaré» para resolver los problemas a los que se enfrentan.
3 Estrategias para los padres si notan comportamientos preocupantes en su hijo:
- Reserve tiempo de calidad individual con su hijo para realizar actividades como cocinar una comida juntos, ver una película o aprender un nuevo pasatiempo.
- Conozca a sus amigos y a los padres de sus amigos. Invita a sus amigos a su casa, pídele a uno de sus padres que vaya a tomar un café, planifica una actividad con tu hijo, su amigo y sus padres.
- No tenga miedo de comunicarse con la escuela de su hijo. Haga preguntas sobre el desempeño de su hijo e involúcrese lo más que pueda.
5 estrategias para los educadores si notas comportamientos preocupantes en uno de tus alumnos:
- 2x10 Construcción de relaciones: Siéntese con los estudiantes en riesgo durante 2 minutos al día durante 10 días seguidos durante el trabajo en grupo, el período de aprobación o el tiempo de trabajo de los estudiantes. Hable con ellos sobre cualquier cosa que quieran, incluidas las cosas de su propia vida. Considera hacer preguntas divertidas y poco estresantes para ayudar a construir una buena relación (por ejemplo, «Si pudieras ser cualquier animal, ¿qué serías y por qué?»)
- Entregar Talk Tickets: Programe charlas individuales con los estudiantes para abordar los problemas o desafíos específicos que tienen dentro o fuera de la escuela. Estas pueden tener lugar en un de forma recurrente si quieres.
- Usa un Hoja de registro estudiantil personalizada para recordar los detalles que aprende sobre los estudiantes durante sus conversaciones para poder establecer conexiones personales con ellos a lo largo del tiempo. ¡Puede ser difícil recordar los detalles de la vida de tantos estudiantes! Esta es una hoja de registro gratuita e imprimible que puede ayudarlo e incluye preguntas que puede usar para iniciar conversaciones significativas con sus alumnos.
- Crea una comunidad en tu aula con Círculos restauradores, que ayudan a establecer normas de comunicación respetuosas y empáticas en la comunidad de su aula.
- Si notas que un adolescente tiene dificultades para entablar relaciones con sus compañeros, considera conectarlo con consejeros de pares en su campus para ayudarlos a establecer vínculos con sus compañeros.
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El estado de la salud mental de los jóvenes y nuestras escuelas
Cómo responden las escuelas a la creciente demanda de servicios de salud mental para estudiantes.